En una soleada mañana, Universidad de Huelva se enfrentaba a la física Universidad de Sevilla en la ciudad deportiva del decano del fútbol español.
Los pupilos de Juan Carlos Camacho, seleccionador onubense, estaban mentalizados en sacar adelante un partido difícil para poder ponerle la guinda al pastel en tierras sevillanas.
El partido comenzó con ocasiones para ambas selecciones, Huelva llevaba el control del balón pero, Sevilla encontraba por banda derecha el punto débil de la defensa local, donde hacían bastante peligro. El partido no era de nadie, hasta que en una jugada conminativa y con una buena finalización del conjunto onubense, se adelantaban en el marcador, 1 a 0, todos presagiábamos que sería uno de los muchos goles de los nuestros.
Con el transcurso del tiempo, Sevilla tenía las ocasiones más claras de gol, se pensaba que estaría mas cerca el empate que el 2 a 0, y así fué, en una jugada con acciones rápidas, pusieron las tablas en el marcador. El conjunto local no bajó los brazos e intento adelantarse, de nuevo, en el marcador con internadas por banda de Polo y modesto que no acabaron perforando la meta contraria.
Comenzaba la segunda parte, y sobre el campo solamente había un equipo. Universidad de Huelva, tenía la posesión y las ocasiones. Sevilla se encerró en su campo, el empate era buen resultado para ellos, aunque la batalla aún no estaba finalizada. Juan Carlos dió salida a Jose Mari, y este le dió frescura al centro del campo del conjunto local. Polo, y Modesto seguían en su línea, ambos creaban peligro por ambas bandas.
Todo parecía que terminaría en empate, hasta que un buen saque de esquina lanzado por Jose Mari, cabeceó Camilo rematando en la madera y un Toledano inteligente, empujaba el rechace dando la victoria al conjunto local.
